51_ Pasaporte: Estado de Izquierda

Me acaba de avisar mi jefe que en un mes viajo a Usa, todo garpo por la empresa. Es para que me capaciten en el nuevo sistema de facturación que vamos a empezar a usar el año que viene... pero me quiero matar porque se me venció el pasaporte y además tengo que pedir la visa para entrar allá; dijo Nicolás. Ariel lo escuchaba, mientras tomaba un café con leche. Estaban en la cocina de la empresa donde trabajaban.

Recién llamé a donde renuevan los pasaportes y me dijeron que, el pasaporte te lo dan en unos 25 días hábiles, y para la visa son como 15 días más… me quiero matar, me pierdo el viaje; dijo Nicolás. Ariel, mirando el café con leche, le dijo; Anotá 168-123-45678. Es el celular de una mina que te hace el pasaporte en una semana. Es un contacto que me pasaron a mi, se llama Emilce; Nicolás lo miró y dudó un poco; Che, no me gusta hacer las cosas por izquierda. Si son capaces de dártelo en una semana coimeando, por qué no te lo dan al menos en 15 días hábiles por derecha? no me gusta; A mi tampoco me gustó cuando lo hice, pero no llegaba con los papeles. Te vas a perder el viaje a Estados Unidos, gratis, por un ataque de moralina?. No sabés que esto es Argentina?; dijo Ariel. Nicolás anotó el teléfono. Ariel tuvo que repetírselo.

Hola? Emilce? Cómo te va? Mi nombre es Nicolás. Ariel me pasó tu teléfono, por el tema del pasaporte… me contás cómo es?... Ahá... Bien… $400.- para vos y después pago el pasaporte allá. Perfecto, no hay drama. Si entendí lo que me dijiste, te repito, en un principio tengo que ir a tu casa, me tomás los datos, y me das una tarjetita que con la misma entró a donde le hacen los pasaportes a los diplomáticos. Perfecto. Mañana nos vemos.

Al otro día, Nicolás se dirigió al domicilio particular de Emilce. Era una casa vieja, en el barrio de Almagro. Tocó timbre, y esperó. Emilce, abrió la puerta y lo invitó a pasar. Era una mujer de unos 45 años, bajita, rubia y de tristes ojos celestes. Su rostro estaba serio. Nicolás pidió permiso, innecesariamente, e ingresó. Estaba la tele del living prendida, se escuchaba la voz de un periodista, entrevistando a un abuelo que había sido estafado con un trámite en su jubilación.

Que hijos de puta… Ya cagan hasta a los viejitos. No hay códigos; dijo Emilce, aunque no parecía dirigirse a Nicolás.

Se sentaron, y Emilce comenzó a martillar a preguntas a Nicolás. Las respuestas, las anotaba todas en una planilla.
Nombre?; Nicolás Perez; Dni?; 100.232.654; Domicilio?; Avenida Mamerto Esqiu 7765; Bueno dame los $400.-. Gracias. Lo que tenés que hacer ahora es ir a... Justo cuando Emilce iba a explicarle a Nicolás lo que tenía que hacer una vez que llegue al edificio donde renovaban los pasaportes, suena su celular. Hola?... pero pelotudo porque me llamás desde un teléfono que me sale privado?... No! No te la puedo creer… cómo que te afanaron el celular?... bueno, venite para acá.
Sin decir más, Emilce cortó.

Que país de mierda, en los noticieros te muestran estafas, robos, uno piensa que no le va a pasar, que es a los demás a quienes le ocurre todo eso, y me acaba de llamar mi socio para avisarme que le afanaron el celular. Seguro que fue algún negro de mierda. Que país del orto, la puta madre que lo parió… sabés quién tiene la culpa de todo? Los políticos de mierda, que no eliminan a todas estas lacras de mierda y la concha de su hermana… ufff, perdóname, me descargue!; No, todo bien; dijo Nicolás, notando que Emilce estaba visiblemente nerviosa, aunque agregó; Y por casa?. Perdón; dijo Emilce. Nicolás, se animó; No, digo… te acabo de coimear para que me den el pasaporte en una semana… Nosotros somos la misma mierda que el que le afanó el celular a tu socio, o no?... y no somos negritos como decís vos… por otra parte, tampoco somos políticos, y sin embargo estamos cometiendo un acto de corrupción, estamos yendo por izquierda. No somos nosotros la misma mierda que el político o que aquel que le robó el celular a tu socio?; Emilce lo miró con odio y dijo; Mirá pibe, decí que necesito la guita, porque sino te hago esperar acá, bajo cualquier pretexto, y cuando viene mi socio, le digo que te cague bien a trompadas.
Nicolás, tuvo miedo, Emilce tenía todos sus datos. Además, necesitaba el pasaporte para irse a USA, gratis. Ya había pensado todo el shopping que iba a hacer. Todo bien, sigamos; dijo Nicolás.

Emilce le explicó lo que tenía que hacer, olvidando lo que acababa de ocurrir.
Nicolás hizo todo al pie de la letra.
A la semana fue a retirar su pasaporte.

Tres días después estaba siendo entrevistado en la Embajada de Estados Unidos para tramitar la visa. Tenía un empleado norteamericano frente a él.

Hola, Nicolás?; le dijo el gringo que le iba a dar la visa, en perfecto español. Te voy a hacer unas preguntas de rutina; Argentino?

Nicolás, contestó: Si, Argentino. Argentino hasta la médula.

no importa quien soy.