28_ Heridas invisibles.

Perez!!!! Perez!!!! Vení, loco, tenemos una herida en el corazón. Apurate, está todo mal, trae los aparatos… Tiene un dolor de la puta madre; gritó Gonzalez.
Para viejo, no se puede descansar acá!!! Me tiene las bolas llenas este pibe! Qué pasó, ahora? Es el corazón? Seguro? Porque si me sacás del horario de descansó, voy hasta allá y no es el corazón, te cago a trompadas!!!!; gritó mas fuerte Perez que Gonzalez, levantándose de la cama.
Si, es el corazón, apurate. Y es de las jodidas. No es algo físico. No se taparon las arterias. Otra vez, tenemos una herida sin sangre de las que duelen, apurate y vení con los fierros; habló Gonzalez un poco más tranquilo.
No. No te la puedo creer!!! Otra vez! Pero este pibe es más sensible que Neruda, roza lo pelotudo ya. Por qué justo a mi me tiene que tocar trabajar para él? Me sacan del horario de descanso, y seguro que voy a tener que hacer horas extras!!!; Perez, caminaba y gritaba. Iba mascullando bronca, sólo quería dormir, últimamente venía trabajando demasiado.
Por fin llegaste, Perez. Es ahí, ves? es de las jodidas, de las que no se ven, te necesitamos; habló Gonzalez señalando una enorme pared roja.
Me querés explicar, porque agarré hace 32 años este trabajo?, sentenció Perez. Gonzalez no contestó nada.

Perez, sacó los “fierros”, se subió a una escalera y comenzó a trabajar. Era un maestro con las herramientas. Gonzalez lo miraba obnubilado, pensaba que tenía un talento enorme y quería ser como él. Perez continuaba trabajando en silencio, comenzó a sudar. Era difícil, el corazón estaba herido, pero tenía esas heridas que no se ven, como explicarlo… Mejor lo explica Perez, que interrumpe mi relato para decir:
Sabés que, Gonzalez? debería ser creado el Departamento del Alma. Me tienen los huevos al plato, estas heridas. Encima esta viene jodida… y sabés por qué te lo digo? El otro día me contó Fassanella, sabés quien es Fassanella?; Si, el que trabaja en “Oreja”; contestó rápido Gonzalez. Si, ese mismo, lo tenés no? No te lo confundas con Quatrocci, que ese es el pendenciero de “Garganta”, Fassanella es uno alto; Si, te dije que ya se quién es Fassanella!, comentó Gonzalez. Bueno, está bien, te decía que Fassanella me dijo el otro día, que lo escuchó decir: “me rompiste el alma, me lastimaste el alma”. Entendés? El muy hijo de puta, dijo: “me rompiste el alma, me lastimaste el alma”. Si le rompieron el alma, si le duele el alma, que no me llamen a mi. Yo estoy en “Corazón”, no alma! Encima que me hacen laburar ni los créditos me llevo. Total él se piensa que esta herida la está arreglando el que trabaja para el alma. No existe el alma, Gonzalez, decíselo a este hijo de puta, que no existe.

Gonzalez, que continuaba observando a Perez y de vez en cuando le alcanzaba alguna herramienta dijo; Pero para Perez, son expresiones, él sabe que vos estás acá laburando. Dejate de joder con lo que cuenta Fassanella. Es un pelotudo. Él llegó a ver a quien se lo decía? Seguro que no y no lo podemos llamar a Rigoreto de “Ojos”, porque siempre está “yirando” por la oficina, viendo a quien se puede levantar. Es un hijo de puta ese Rigoreto!. Deja los ojos en piloto automático, y se va. Y después viene a las reuniones del sindicato y pide aumento. Aunque te digo, que me comentó Polito, que me lo encontré en el horario de almuerzo, que había tenido que laburar extra. Él es medio como vos, agarró el laburo de la sub división de “Ojos”, la del “Lagrimal”, pensando que se iba a rascar las pelotas, pero parece que estuvo como 45 minutos corriendo en la cinta, porque él no paraba de llorar. Pobre Polito, tenía que correr rápido para producir todas esas lágrimas. Igual yo estoy contento con él; remató Gonzalez.

Perez, terminando el arreglo, dijo; Vos me jodés? Por qué defendés tanto a este pibe?. Gonzalez contestó; Porque es un buen pibe, nos cuida!!!
Ah bueno!!!; dijo Perez indignado mientras bajaba de la escalera, tal cual les comenté antes, a la cual había subido para alcanzar la herida que no se veía. Ah bueno… repitió y continuó… Vos me jodés! Este pibe desde hace 14 años fuma sin parar, eso es cuidarnos. Para llegar hasta acá, sabes la de manchas de alquitrán que tuve que pasar. Trapiche y Monsalvo, los de “Limpieza y Desinfección de Sangre”, ya no pueden mas. Dicen que quieren renunciar, que no llegan a limpiar tanta mierda. Pobres Trapiche y Monsalvo. Y Cachito Perdomo? Cachito, que está en “Pulmones”, es otro que está al borde de presentar la renuncia. Está negro Cachito de tanto que fuma este pibe, y te acordás como era Cachito, no? Rubio, rosadito, un primor, lo ves ahora y te da lástima. Nada, nada bien hace! Se toma un Actimel?; finalizó preguntando Perez. Un Actimel?; dijo Gonzalez… qué mierda es eso? Escuchame Gonzalez, Fassanella, me cuenta que escucha cosas, que no sabe bien de donde vienen… pero hay alguien que le repite cada dos minutos, “Tomaste tu Actimel de hoy?” “Actimel, lo mejor para cuidar tu cuerpo”… Noooo, ni un Actimel toma. Sabés lo bien que nos vendría ese Actimel, por las cosas que cuente Fassanella que hace…. Pero no, él sigue en la de él…. meta pucho. Meta mierda, que total acá dentro, nosotros arreglamos las cosas!!!.

Perez, terminaste de quejarte ya? Cómo quedó eso?, dijo Gonzalez ya un poco cansado de escuchar a Perez.
Bien, zafó. Va a tardar un tiempito en curar la herida, que se yo, unos 15 días. Tiene que cicatrizar, pero quedó como nuevo; dijo Perez sin disimular lo bien que se sentía por su excelente trabajo.

Perez y Gonzalez, recogieron las cosas, cerraron la escalera y comenzaron a ir a lo de Tincho Marconi. Tincho era un buen tipo, laburador y había invitado a los “gallegos”, así los conocían a Gonzalez y Perez en las oficinas, para que vayan a su sector: “Boca”. Calculaban que era la hora donde él, se sentaba frente a la tele a ver el partido, con una cervecita.

Vamos Gonzalez, apurate que llegamos tarde, y la cervecita helada de los domingos es una de las pocas cosas que hace bien este pibe. Sabés que te merecés, Perez... Que él haya cambiado la cervecita por el Actimel de Fassanella!!!; dijo Gonzalez. NOOOOOOOOOOOOOOO, gritó Perez, Actimel ahora no! Y palmeó la espalda de Gonzalez riendo. Juntos llegaron a lo de Tincho que se quejaba de las caries, y pedía disculpas por no tener el sector ordenado ya que recién él, aparentemente había almorzado; Dejate de joder, Tincho, no rompás las bolas!; dijo Perez.
Se sentaron, esperando que llegue la tan ansiada cervecita. De pronto Perez, aburrido ante la espera dijo; Sabés donde me hubiese gustado ir también Gonzalez, a “Dermis”, en la sub división “Escroto”, porque ahí estás todo el día sin hacer nada, y mas de una vez, aparecen los de “Manos” a pegarte una buena rascada!!!!. Gonzalez se rió y dijo, Sabés a donde se que no podrías haber ido vos Perez, a donde está el tano Schiaritti, a “Neuronas”, porque sos bruto, bruto como una mula!!! Perez estalló en carcajadas y dijo; si y encima me comentó el tano, que con esto del blog, que entre paréntesis, no le quise preguntar que era un blog para no quedar mas burro de lo que soy, viste que Schiaritti está todo el día leyendo y resolviendo ecuaciones y la mar en coche, así que le seguí la corriente, pero me decía que con esto del blog, está meta a hacer sinápsis todo el día... Y el tano me dijo, que no le da para mucho mas a él, pero que él sigue insistiendo… Pobre tanito, ese si que labura… No como el hijo de puta de Rigoreto, miralo, miralo!!!! Gonzalez, giró su cabeza hacia un costado y lo vió a Rigoreto de “Ojos”, estaba como siempre. Charlando con Melisa, de “Uñas”.
Gonzalez, pensó en ir a hablarle a Rigoreto, pensó en ir a cantarle las cuarenta. En el momento que se paró, una catarata de cerveza inundo la boca. Gonzalez, volvió a sentarse y disfrutó.

River versus Boca.
Estaba con mis amigos viendo el partido. Tomé mi cerveza y le di un trago. No me sentía bien. Mis ojos miraban la tele, pero parecían estar en piloto automático ya que no seguían la dirección por la cual iba el balón. Estaban fijos. En automático. Sentía que me seguía doliendo el alma.
De repente llegó a mi celular un mensaje de texto. Se dibujo una sonrisa en mi cara al leerlo. Mi alma comenzó a sentirse mejor. Perdón... si, si... perdón... mi corazón comenzó a sentirse mejor.

no importa quien soy.