
Miles de situaciones te llevan a creer que dentro de tu cuerpo no hay sangre, sino combustible. Y como en una película mala de acción, vuela el Zippo encendido hacia los gases de ese combustible... pum...
Explotaste.
De la explosión no salen partes de tu cuerpo fragmentadas; sino mierda, porquería y basura guardada que ningún analista pudo barrer.
Calor en el pecho... subiendo, escalando hasta la comisura de tus labios que vomitan todo.
Manchaste a todos. Tu basura se expandió.
No lo pudiste controlar. No lo dominas. Furia contenida es expulsada de tu cuerpo de forma verbal hiriendo y lastimando mas que el certero golpe de un karateca.
Daños irreparables. Suciedad.
No hay tiempo para reconstruir nada.
Explotaste.
Pum.
Chau.
Adios.
El fin.
no importa quien soy.
2 comentarios:
Lo importante es que siempre algo aparece que te da la pauta para poder reconstruir.... pero es verdad... a veces hay mierdas internas que no hay años de terapia que la puedan sacar....
pum.
a veces sólo pum... nada mas.
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