Hay veces que sentís que vas a explotar. Miles de veces. Y explotás.
Miles de situaciones te llevan a creer que dentro de tu cuerpo no hay sangre, sino combustible. Y como en una película mala de acción, vuela el Zippo encendido hacia los gases de ese combustible... pum...
Explotaste.
De la explosión no salen partes de tu cuerpo fragmentadas; sino mierda, porquería y basura guardada que ningún analista pudo barrer.
Calor en el pecho... subiendo, escalando hasta la comisura de tus labios que vomitan todo.
Manchaste a todos. Tu basura se expandió.
No lo pudiste controlar. No lo dominas. Furia contenida es expulsada de tu cuerpo de forma verbal hiriendo y lastimando mas que el certero golpe de un karateca.
Daños irreparables. Suciedad.
No hay tiempo para reconstruir nada.
Explotaste.
Pum.
Chau.
Adios.
El fin.
no importa quien soy.
Desde pequeño que me hago esta pregunta. Aún nadie me la supo responder. Cierta vez me dijeron que buscara en mi "yo interior"; así que me hice filmar en una operación a corazón abierto que me hicieron el año pasado, pero no encontré nada. Para qué vivo? Para qué vine a este mundo? Por qué si me angustia el vivir no me quiero morir? Por qué me irritan tantas cosas, en este deporte que se llama "vivir"? Hay tantos ¿por qué?, que no se por donde empezar. Mejor, empiezo escribiendo un blog...
sábado, 27 de junio de 2009
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2 comentarios:
Lo importante es que siempre algo aparece que te da la pauta para poder reconstruir.... pero es verdad... a veces hay mierdas internas que no hay años de terapia que la puedan sacar....
pum.
a veces sólo pum... nada mas.
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